Que los golpes de calor agravan la patología respiratoria, es una teoría que a día de hoy nadie discute, voy a intentar explicar el porqué de la forma más sencilla posible.

Una de las causas principales del agravamiento de la patología respiratoria en una ola de calor, es el empeoramiento de la calidad del aire, cuyo principal responsable es el ozono. Este gas se produce cuando gases tóxicos (oxido de nitrógeno, procedente de los coches, industrias, aires acondicionados…) reaccionan con la radiación solar, produciendo ozono. La producción de ozono es mucho mayor en las horas y los días de mucho calor. La concentración de ozono que se ha fijado perjudicial para la salud en 180 microgramos por metro cúbico de aire, pero lo enfermos respiratorios pueden empezar a notar síntomas con concentraciones mucho menores.

Lo que produce el ozono es una respuesta inflamatoria de todo el parénquima pulmonar, como se demostró un estudio realizado en la universidad de católica de Lovaina (Bélgica), medido en adultos a los que se les sometió a niveles altos de ozono en una habitación cerrada. Si como ya sabemos todas las enfermedades respiratorias cursan con un proceso inflamatorio es fácil relacional el aumento de concentración de ozono con el agravamiento de la inflamación del sistema respiratorio y su repercusión en los síntomas respiratorios.

Todas las enfermedades respiratorias que cursen con una hiperreactividad bronquial y disminución de intercambio gaseosos son las más afectadas por el calor, que son asma, EPOC, enfisema…

El calor también afecta s la capacidad del cuerpo para combatir las infecciones del sistema respiratorio, disminuyendo la capacidad del sistema inmune. Para prevenir esta bajada de defensas debemos evitar cambios bruscos de temperatura, fijando una temperatura interior nunca inferior a 25º C y así al salir al exterior no realizar un cambio tan brusco de temperatura.

Por eso se recomienda a los pacientes con patología respiratoria crónica, permanezcan en lugares interiores y eviten realizar actividades prolongadas al aire libre, sobre todo en zonas de mucha contaminación, como grandes núcleos de población o zonas muy industrializadas.