Es una enfermedad que engloba muchos fenotipos, pero con manifestaciones clínicas parecidas. Por eso voy a definir el Asma por sus características clínicas y fisiopatologicas como enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias, en cuya patogenia intervienen diversas células y marcadores de la inflamación, condicionada por factores genéticos, que cursa con hiperrespuesta bronquial y una obstrucción variable al flujo aéreo, total o parcialmente reversible (por farmacología o espontáneamente). Es la única enfermedad obstructiva crónica en la que la obstrucción puede desaparecer del todo.
La prevalencia varía mucho dependiendo del país e incluso de la comunidad. El estudio Europeo de Salud Respiratoria encontró tasas de prevalencia del 4,7% en Albacete, 3,5% en Barcelona y el 1,7% en Oviedo. Lo que más claro queda al ver datos estadísticos es que va aumentando en los últimos años, seguramente relacionado con el desarrollo industrial.
El último estudio en adolescentes realizado por International Study Of Asthma And Allergies In Chilhood, se encontraron una prevalencia del 10%, similar a la de Europa, siendo mayor en las zonas costeras y mayor en varones.
Hay muchos factores de riesgo para desarrollar Asma, que debemos distinguir de los factores desencadenantes de los síntomas de la enfermedad. Los factores de riesgo son: prematuridad, obesidad, hiperrespuesta bronquial, rinitis, cesárea, tabaco en gestación, antibióticos, infecciones repetidas…
Siempre se produce una respuesta inflamatoria en todos los tipos de Asma con aumento de marcadores inflamatorios. Pueden presenciar cambios estructurales, conocidos como remodelación de las vías respiratoria (engrosamiento de membrana, fibrosis, hipertrofia, hipersecreción, hiperplasia de glándulas mucosas…). La obstrucción bronquial es el resultado de los cambios fisiopatologicos en el Asma.
El diagnostico se realiza ante signos y síntomas clínicos como: sibilancias (el más significativo), disnea, tos y opresión torácica. Las variaciones estacionales y los antecedentes personales también son importantes. Para corroborar el diagnostico se usa las pruebas funcionales respiratorias.
Desde el punto de visto de la Fisioterapia Respiratoria el paciente con Asma es un paciente que padece una inflamación y un broncoespasmo de la musculatura lisa pulmonar, que pude cursar con expectoración. Los objetivos son muy claros, lo primero broncodilatar por medios naturales y normalizar la respiración para aumentar la oxigenación y que el paciente vaya perdiendo poco a poco esa sensación de disnea. Al tranquilizar y enseñar a controlar las crisis se corta el proceso inflamatorio y llegamos no a una obstrucción tan grande, remitiendo los síntomas más rápido.
La terapia preventiva es muy importante en este tipo de pacientes, utilizando medidores de la función pulmonar como los Peak Flow Meter, y así pudiendo adelantarnos a las crisis, haciendo más efectivo el tratamiento, con mucho menos sufrimiento para nuestros pacientes.