Una de las formas de contagio más importante según muchos estudios, es el contacto mediante las manos, el hecho de lavarnos las manos evitaría la mitad de las muertes por diarreas y una de cada cuatro infecciones respiratorias en personas de riesgo (menores de cinco años y ancianos).
El lavado de manos fue desarrollado en sobre 1840 cuando un médico Húngaro, Semnelweiss, implanto el lavado de manos en los partos, disminuyendo en un 70% las muertes por infecciones de las parturientas.
Pero no ha sido hasta hace poco la promoción del lavado de manos en toda la población, en 2008 Naciones Unidas declaro el 15 de octubre como el día mundial del lavado de manos.
Por suerte el lavado de manos es una medida barata y alcance de todos en nuestro país, es una de las medidas más eficaces para evitar el contagio de las infecciones respiratorias más comunes y preocupantes como es la bronquiolitis en pacientes pediátricos, gripes, neumonías,….
Unos de la evidencia más reciente sobre la importancia de lavarse las manos, es un trabajo realizado en Málaga en 2012, por un grupo de pediatras, estudiaron los hábitos de los familiares de niños que tenían patología respiratoria, el articulo concluyo que el sesenta y siete por ciento de las personas que estaban en contacto con los niños no se lavaban las manos antes de interactuar con ellos, aunque en este estudio dos de cada tres individuos estaban desarrollando patología respiratoria en ese momento (catarro).
Las manos nos las tenemos que lavar durante al menos veinte segundos con un gel desinfectante, aclarándonoslas bien al final y secando con un material limpio.
Hay que lavarse la manos al entrar en casa, manipular alimentos, estar en contacto con animales, cambiar pañales, ir al baño… antes de tocar a personas de riesgo (por tener un sistema inmune deprimido) bebes y ancianos.