La mayoría de los deportistas y preparadores físicos deben creer que los músculos respiratorios no se fatigan y que no intervienen en el rendimiento físico, lo cual es completamente falso. Desde hace veinte años tenemos mucha evidencia científica de lo contrario, pero aun así hay muy pocos deportistas que los entrenen y muy pocos entrenadores que recomienden su entrenamiento específico.
En un estudio publicado por Ohya y col, en 2015 , estudiaron la fatiga de los músculos respiratorios en pruebas de corta duración, apreciando que en estas pruebas ya se apreciaba la fatiga, por lo que concluyeron que el entrenamiento de los mismo mejoraría el rendimiento, no solo en pruebas de larga duración, sino en pruebas cortas también.
Otro estudio realizado por Hellyer y col, 2015, compara el uso de estos dispositivos de entrenamiento de los músculos respiratorios en reposo o en un ciclorgometro. Esto es una cosa que hasta ahora nadie se había planteado, llegando a la conclusión de que el uso combinado de las válvulas de presión inspiratoria y la actividad física en un ciclorgometro tenía más efectos beneficiosos para los músculos respiratorios que el uso de las mismas en reposo. Estos resultados hacen que varié mucho la forma de entrenar y las opciones de los deportistas y sus entrenadores para mejorar el rendimiento deportivo.
Basándonos en toda la evidencia que existe nos atrevemos a recomendar el entrenamiento de los músculos respiratorios como pieza clave que aumenta el rendimiento deportivo en todo tipo de deportes no solo en deportes de fondos donde ya empieza a ser común su entrenamiento, sino en deportes de corta duración.
Siendo un poco escéptico sobre la implantación y el presente de este tipo de entrenamiento solo queremos hacer público los resultados de estos trabajos de investigación para que los deportistas basen sus entrenamientos en programas cuyo beneficio está probado científicamente y no en modas sin ninguna evidencia científica.
En el centro de Fisioterapia Respiratoria Doctor Fleming realizamos un estudio de las capacidades y volúmenes pulmonares por medio de una espirómetria forzada para poder recomendar el tipo de entrenamiento y el tipo de válvula que debería usar cada deportista.